
Forcé tanto a mi cabeza para buscar un tema para esta nota que hasta me molesté conmigo misma por no encontrar algo adecuado dentro de mis pensamientos, hasta que decidí aplicar la de “deja volar tu mente y escribe lo que piensas”. Obviamente no estoy dejando aquí todo lo que pensé y escribí, pero sí lo que me agradó.
Primero, pensé en la comparativa, equivalencia e incluso lucha que hay entre la frustración y la satisfacción. En un tono específicamente laboral puedo decir que estos conceptos llegan a tener una relación amor-odio en mí, ya que a veces me siento tan frustrada al sacar ciertas actividades (piensen en esta entrada, amamos a los clientes), pero cuando veo el resultado… No puedo más que decir: a pesar de todo, me gusta.
Después pensé en un concepto que una vez escuché, que habla sobre las enseñanzas y el aprendizaje, y dice como las personas no podemos aprender o no vamos a aprender nada que no deseemos. Por ejemplo, si yo creo que soy “experta” en café y digo que soy “experta” en café y que “sé todo lo que hay que saber sobre el café”, difícilmente voy a aprender algo nuevo sobre el café por la sencilla razón de que no quiero hacerlo pues ya lo sé todo. Pero, si yo abro mi mente, quiero y estoy dispuesta a aprender algo nuevo sobre café (o el tema de preferencia), la enseñanza y el aprendizaje jamás se van a detener.
Después mezclé los temas y pensé como aplico el aprender, la frustración y la satisfacción al iniciar con una nueva cuenta; hay taaanto de lo que se puede tomar algo: la marca, su(s) producto(s)/servicio(s), las personas a cargo y los que conforman el equipo. La verdad con el tiempo hemos aprendido a identificar ciertas señales sobre cómo será el trabajo, tanto que incluso la frustración o la satisfacción nos llega desde antes.
Y, por último, se me ocurrió lo bello que sería que todas las personas estuviéramos dispuestas a abrir nuestras mentes a nuevos aprendizajes, eso simplificaría y mejoraría muchas cosas. Un ejemplo sencillo; contratar a una agencia de Marketing. El ideal, con mente abierta, sería dejar que la agencia trabaje, contarle sobre tus necesidades, tus recursos, tus objetivos y demás, para que JUNTOS puedan plantear un esquema de trabajo, basado en LA VERDAD, un esquema REALISTA, que se ajuste a lo que se tiene, pero que de igual forma pueda irse moldeando con el crecimiento que se está buscando. Pero, amigos míos, si se busca trabajar con una agencia con la plena idea y convicción de que es para que simplemente ejecuten tus ideas, y hagan lo que tú quieres porque tú eres quien conoce TODO, déjame decirte que tu mente está cerrada con candado y chicle pegado (o la poderosísima mezcla de top con bicarbonato) y difícilmente algo va a funcionar de manera adecuada (a menos que tengas mucha suerte). En conjunto, escuchando y llegando a acuerdos, todo puede fluir mejor.
En fin…esos solo fueron algunos pensamientos que cruzaron por mi mente…
El chiste es disfrutar, que las cosas salgan y que al final del día puedas decir; “a pesar de todo me gusta lo que hago”.
Estefanía Salazar
Gerente de mercadotecnia